MAPULACA, Lempira. El Presidente Juan Orlando Hernández constató “in situ” las operaciones del comando binacional en la zona fronteriza salvadoreña, desde donde lanzó una ofensiva para impedir que los mareros fugados en El Salvador ingresen al territorio hondureño.
Alertado por la fuga de los criminales, el mandatario llegó hasta el puente “La Integración”, que une a ambos países, sobre el río Lempa, para alentar a las tropas, que en conjunto con las de Guatemala, conforman desde noviembre una tarea trinacional contra el narcotráfico, terrorismo, contrabando y pandillas.
“Sé que les toca difícil porque están separados de sus familias, pero tengan la plena seguridad que están contribuyendo a un esfuerzo para que sus hijos, los nuestros, nuestros nietos, puedan vivir en un clima diferente de paz y tranquilidad”, dijo el mandatario a los militares.
“Agradezco, como hondureño, y de esta responsabilidad que me toca, esa contribución que ustedes también hacen y que nos ayuda a nosotros, y también deseo que nuestra contribución les ayude a ustedes (salvadoreños)”, agregó.
El gobernante catracho recalcó que “estar en esta guardarraya, como decimos aquí popularmente en la frontera, es histórico porque antes lo que construimos primero con esfuerzo salvadoreño y hondureño de municipios aledaños fue una hamaca con el famoso Tony el Suizo”, después del desastre que ocasionó el huracán Mitch en 1998.
“Hoy, el tiempo nos da la razón, cada vez estamos más unidos”, agregó el mandatario, quien seguidamente se dirigió al municipio de Valladolid, siempre en la zona fronteriza, donde inauguró un proyecto de agua potable, un parque y otras obras sociales.
Posteriormente, se trasladó a la aduana de El Poy, siempre en la frontera con El Salvador, pero en el departamento de Ocotepeque, donde igualmente pasó revista al combinado “Lenca-Sumpul”, creada en el marco de los acuerdos de la Alianza Plan para la Prosperidad, que conforman los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica con el apoyo de los Estados Unidos.
El mandatario cumplió este periplo a bordo de un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña y acompañado por los ministros de Defensa y de Seguridad, Samuel Reyes y Julián Pacheco Tinoco, respectivamente, además del jefe de las Fuerzas Armadas, Francisco Álvarez Urbina; y el director de la Policía Nacional, comisionado general, Félix Villanueva.
CERCO A MAREROS
En ambos encuentros, el mandatario instruyó a las tropas a estar alerta por el peligro inminente que representan los pandilleros fugados de El Salvador y ordenó desplegar sus fotografías en el cordón fronterizo, para que los pobladores puedan denunciarlos a la línea policial 911.
Igualmente pidió la colaboración de los medios de comunicación para difundir las imágenes de los malhechores, cuyo paradero aún se desconoce, pero que reportes de la inteligencia hondureña aseguran que siguen escondidos en sus países.
“Es importante que la población se apodere de eso y cuando miren algo que puedan denunciarlo y que ustedes (medios) tengan la capacidad de poder tener acceso a los encargados de los centros de comando para que les pasen la información”, agregó.
Los pandilleros fugados en El Salvador son José Francisco González Carbajal, José Salvador Cárcamo Calato, Edwin Reynaldo Díaz Martínez, Edwin Yovany Vásquez Romero, Alexander Bladimir Argueta Argueta, Cristian Eduardo Cardona Sánchez, Carlos Samuel Pineda Chicas, Mario Edenilson Argueta Romero, Kerin Alberto Guevara Argueta y José Rigoberto Argueta Reyes. Todos ellos guardaban prisión por los delitos de homicidio agravado y tráfico ilícito de drogas en país vecino.
