Un incendio que duró unas 25 horas convirtió en cenizas alrededor de 400 hectáreas de pino, en la zona boscosa de El Hatillo, El Picacho y La Tigra, en el Distrito Central, así como en la aldea El Chimbo, en el municipio vecino de Santa Lucía.
Un llamado de desesperación de los pobladores encendió la alarma del personal del Cuerpo de Bomberos, la mañana del miércoles, cuando las llamas comenzaron a devorar cientos de árboles.
Las elevadas llamas, atizadas con el viento, arrasaron con pinares de más de 20 años de antigüedad.
Los animales cuyo hábitat era el bosque incinerado, como conejos, ardillas, pájaros, entre otros, huyeron desesperados buscando las calles para salvarse.
Con profunda tristeza, los habitantes de las zonas aledañas observaron cómo el fuego ascendía lentamente, amenazando con quemar sus viviendas.
Cuando llegaron los rescatistas, evacuaron a más de 40 familias que corrían peligro y que tuvieron que abandonar sus casas, para buscar un refugio.
Uno de los pobladores, Álvaro Hidalgo, agradeció a Dios que al momento del siniestro no se encontraba en su vivienda, sino que fue alertado por sus vecinos, sobre lo que estaba pasando, a través de una llamada telefónica.
Otro habitante, Exequiel Flores, dijo que el panorama estaba brumoso y que el penetrante olor a humo le obstruía de cierto modo la respiración, cuando llegaron los socorristas para auxiliarlos.
Dos ancianos que viven cerca de donde Flores, solo se abrazaron y elevaron plegarias para que cesaran las llamas; horas más tarde abandonaron su morada temporalmente.
DURÓ 26 HORAS
El capitán del Cuerpo de Bomberos, Rolando Vides, explicó que a eso de las 9:00 de la mañana del pasado miércoles, el personal comenzó a apagar las llamas desde una pista de Motocross, y que con el apoyo de las autoridades fue como se logró finalizar la larga jornada de trabajo.
En el rescate del bosque trabajaron de forma conjunta autoridades de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), la Cruz Roja Hondureña, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), entre otras, para hacerle frente a la dura tarea que parecía nunca terminar.
Se utilizaron vehículos contra incendios, miles de galones de agua, así como helicópteros de tipo “UH1H”, que descargaron más de cinco mil litros de agua.
El comandante de Ecosistemas de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA), Germán Pavón, indicó que se trabajó arduamente para sofocar el incendio forestal, asignando 172 uniformados a la actividad.
EVACUADOS
Personal del Cuerpo de Bomberos y de otras instituciones contribuyeron a extinguir el incendio forestal.
Ante el exceso de humo, los centros escolares interrumpieron de forma temporal sus actividades académicas, por disposiciones de la Secretaría de Educación, para prevenir que los menores corrieran peligro.
Los bomberos evacuaron a los residentes de las zonas afectadas, entre estos, al designado presidencial Ricardo Álvarez. También se desalojó la casa del expresidente Rafael Leonardo Callejas y la del embajador de Japón, Masato Matsui.
El subdirector ejecutivo del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Ángel Matute, dijo que fueron tres incendios los que fueron provocados al mismo tiempo, por una o más personas no identificadas, a quienes las autoridades policiales buscan por todos los medios.
De acuerdo a un reporte preliminar del ICF, por la pérdida de unas 400 hectáreas de bosque de pino se estima que el impacto económico sería de seis millones 760 mil lempiras, tomando en cuenta que por cada hectárea se pierden 15,900 lempiras.
REFORESTACIÓN
Los bomberos inspeccionaron la zona, logrando sofocar las llamas después de 26 horas, debido a la magnitud del incendio.
Luego del voraz incendio, el Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor) anunció la reforestación masiva del sector, a través de un plan de emergencia.
El impacto del siniestro también repercute en la conservación de las represas que abastecen de agua a los capitalinos, ya que se gastó más de un millón de galones de agua para apagar el fuego.
El gerente de Operaciones del SANAA, Tomás Romero, dijo que el embalse de Los Laureles está abastecido en un 41.9 por ciento, mientras que La Concepción en un 50 por ciento, pues se tuvo que apoyar a los bomberos facilitándoles con el líquido vital para apagar las llamas.
Por otra parte, la jefa de la emergencia pediátrica del Hospital Escuela Universitario (HEU), Sonia Orellana, advirtió que los ciudadanos deben tomar las precauciones necesarias para evitar las enfermedades respiratorias que provoca la densa capa de humo.
DATOS
Para apagar el fuego también se utilizaron helicópteros que recorrieron la zona afectada, rociando agua.
Para el Cuerpo de Bomberos, este incendio forestal queda marcado en la historia de tragedias en la capital, ya que hace más de 30 años no ocurría una quema de esta magnitud. Según estadísticas del Instituto de Conservación Forestal (ICF), unos 200 incendios habían destruido en lo que va del año, en todo el país, cerca de 10,000 hectáreas de bosques.
TRABAJO CONJUNTO
Para controlar el incendio laboraron las siguientes instituciones:
Fuerza Aérea Hondureña (FAH)
Cuerpo de Bomberos
Comisión Permanente de Contingencias (Copeco)
Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC)
Fundación Amitigra
Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor)
Unidad Humanitaria y de Rescate de las FF AA
Fuerza de Tarea Conjunto Bravo de Estados Unidos
INSUMOS
Apagar las llamas implicó el uso del siguiente equipo:
Unas 13 unidades del Cuerpo de Bomberos con 70 elementos de esta institución
Dos unidades de la Alcaldía de Tegucigalpa con más de tres mil galones de agua
Dos helicópteros de la FAH
Un Chinook y un Black Hawks de la Fuerza de Tarea Conjunto Bravo de Estados Unidos para captar agua de la represa Los Laureles de Comayagüela
Dos unidades de apoyo de Copeco con más de 5,300 galones de agua
ZONAS AFECTADAS
El Hatillo
El Picacho
San Juancito
Residencial Los Tres Hermanos
Villa de San Antonio
El Mirador
