La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) alertó a campesinos que no es tiempo de sembrar en el contexto de la cosecha de primera porque las lluvias que han caído no representan la llegada del invierno.
“Todavía no es la entrada del invierno” subrayó el subdirector de la Dirección de Investigación Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA) dependiente de la SAG, Alexis Rodríguez Zavala.
El funcionario adelantó que se reúnen constantemente con expertos del Centro de Estudios Atmosféricos (Cenaos) para elaborar un informe estableciendo las fechas en que perfectamente se pueden cultivar granos básicos en el país.
“Recomendamos que aún no siembren para que no tengan perdidas por gastos en semillas, fertilizantes y preparación de la tierra”, insistió Alexis Rodríguez Zavala.
La siembra de primera es considerada como la más importante en Honduras, la lluvia es más abundante y los días luz son más largos en esta época.
Los meses propicios han sido mayo, junio y julio, incluso una fecha sagrada para los agricultores es el 3 de mayo cuando suele iniciar la temporada de lluvias y seguidamente la siembra de primera.
Sin embargo, el subdirector de DICTA Rodríguez Zavala refirió que el cambio climático ha cambiado todo pronóstico en los últimos años. “Aún estamos en abril, eso era hace 20 y 30 años que las lluvias empezaban a mediados de abril, actualmente las condiciones meteorológicas han cambiado a nivel mundial”.
La proyección para este año es cultivar 725 mil manzanas con frijol rojo, maíz blanco, arroz y sorgo. La cosecha de frijol superaría los tres millones de quintales, un 70 por ciento producida durante la postrera y postrera tardía.
En cambio el ciclo de primera es la mejor época para el cultivo del maíz considerando que las precipitaciones desarrollan mejor la planta, según agricultores.
Mientras, la producción de arroz se mantendría en 1.5 millones de quintales especialmente en regiones de Colón, Choloma y Cuyamel en Cortés, Yoro, Jesús de Otoro, Intibucá y Comayagua. Contrario al frijol y maíz, la cosecha de arroz será insuficiente para alimentar a la población hondureña, siendo necesaria la importación de al menos 2.5 millones de quintales.
