top of page

Migrantes, expuestos a violaciones de sus derechos humanos


La Tribuna HN | Migrantes, expuestos a violaciones de sus derechos humanos

Migrantes económicos y refugiados por la violencia se enfrentan a constantes violaciones a sus derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas y, a menudo, se ven abocados a un limbo económico al disponer de una visa humanitaria que les impide trabajar legalmente.

Manuel tiene 22 años y es originario de Honduras. En entrevista con Efe, cuenta que cruzó con balsa el río que separa Guatemala y México el año pasado, huyendo de amenazas de las maras.

Poco después, este empleado de un ministerio público comenzó su trámite para ser reconocido como refugiado en México y le pidieron pruebas concretas, como una denuncia o testigos directos.

“Pude comprobar algunos hechos, pero siempre me negaban el refugio”, afirma.

Le dijeron que su caso no era consistente y que la prioridad era para solicitantes de El Salvador.

La presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), Marta Sánchez, denuncia a Efe que México no está preparado para otorgar asilo a las víctimas de amenazas y violencia.

“México tiene un serio problema con el asilo porque no está identificando bien a la gente que lo necesita y está deportando gente a la que matan al regresar”, asevera.

Al no haber protocolos ni una adecuada gestión de las solicitudes de refugio, las autoridades mexicanas han optado por rechazar la mayor cantidad de peticiones, afirma Sánchez.

De acuerdo con información de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en 2017 se recibieron 14.596 solicitudes de reconocimiento a la condición de refugiado, estatus que permite a las personas trabajar.

De esas, 1.907 fueron aceptadas y 1.650 rechazadas. Siguen en trámite 7.719. Y las 3.320 restantes fueron abandonadas o canceladas por los propios solicitantes de asilo.

“Hay muchísima gente desesperada porque la van a regresar. Los trámites tardan muchísimo, les exigen demasiadas cosas. Muchos abandonan su trámite, siguen su camino y se esconden”, agrega.

Principalmente en Honduras y El Salvador, muchas personas huyen de la trata, de la violencia y de intentos de extorsión. Pero las autoridades mexicanas, dice Sánchez, no creen en la gravedad de estos casos.

“Creen que tienen otras opciones, que se pueden mover a otros lados, lo cual obviamente no es cierto. Las organizaciones criminales y las pandillas son internacionales”, enfatiza.

A Manuel le dieron la negativa final a su solicitud de asilo después de algunos meses.

“Me dijeron que podía buscar otros recursos y que podía pedir una visa humanitaria, que es lo que pude conseguir”, relata.


Publicidad

bottom of page