Desencanto. Decepción. Desilusión. Tres ‘Des’ que escenifican perfectamente el sentir, el pesar de la afición azulgrana en relación a Philippe Coutinho, un futbolista que levantó una expectativa tremenda hace ahora casi año y medio y cuya popularidad se ha ido diluyendo cual terrón de azúcar en contacto con un buen café tostado humeante. Es por eso que no hay marcha atrás y que la operación salida se ha activado. Una venta que debería llegar precedida por el fichaje (ahora sí) de un Antoine Griezmann que tras la famosa ‘Decisión’ parece que este verano abandonará el Atlético.
El caso del ‘Principito’ está bastante claro. El club hace ya semanas que ha decidido que lo necesita y ha activado el engranaje para cerrar su llegada. Su cláusula ahora mismo, después de la renovación del pasado verano, es de 200 millones de euros, pero bajará hasta los 120 a partir del próximo 1 de julio. De cualquier forma, el escenario esta vez es distinto. El Barça no quiere llegar al extremo de ingresar el importe de la cláusula sin llegar a un acuerdo con el Atlético. El objetivo es fijar un traspaso y resulta que en esta ocasión la entidad colchonera sí escucharía ofertas por su estrella al no poder asumir la astronómica ficha que fijó hace unos meses para retenerlo en la capital.
El objetivo en el caso de la ‘Operación Coutinho’ está también fijado. La secretaría técnica no quiere saldar su venta con un balance negativo respecto a lo que gastó hace unos 18 meses (120 fijos más 40 variables en forma de objetivos). De esta manera, el FC_Barcelona buscaría ingresar alrededor de 130 millones de euros, si fuera necesario sumando fijos y variables también. El candidato que se postula con más firmeza como futuro equipo de Philippe es el Chelsea.
La entidad de Roman Abramovich conoce ya la decisión de su estrella Eden Hazard de marcharse este verano y necesita un nombre, un hombre que ocupe el vacío que dejará el belga sobre el terreno de juego y en el corazón de los ‘supporters’.
Coutinho mantiene un excelente cartel en Inglaterra, donde dejó los destellos de su mejor fútbol, y sería el candidato ideal para suplirle. El problema es que el Chelsea está esperando la resolución del TAS sobre la sanción que ha recibido por parte de la FIFA que le impide fichar en las dos próximas ventanas de mercado. Decisión que ratificó hace unos días el propio Comité de Apelación del máximo organismo internacional. La esperanza de la entidad londinense es que el TAS posponga la sanción y puedan armarse bien este mercado estival.
Siendo objetivos y analizando el rendimiento y el valor actual del internacional brasileño, parece complicado que se pueda obtener lo que espera el club barcelonista. Históricamente no se ha destacado el Barça por ser un gran vendedor, sino más bien por todo lo contrario. En cualquier caso, la maquinaria está en marcha para que en el ‘roster’ de la temporada 2019/20 salga la melena rubia de Antoine y desaparezca el rictus de tristeza permanente de Philippe.
FUENTE: MSN DEPORTES
