LA TRIBUNA HN | Depredadores arrasan cada año con 23 mil hectáreas de bosque en Honduras, mientras otras 57 mil hectáreas son devastadas por los incendios, según datos proporcionados por el Instituto de Conservación Forestal (ICF). El patrimonio forestal hondureño perdió aproximadamente 372 mil 856 hectáreas de bosque en los últimos 16 años, a causa de la tala ilegal, afectando severamente al medio ambiente y a una gran biodiversidad que muere lentamente al no contar con un ecosistema adecuado. Los incendios son los principales destructores de los bosques de Honduras, sin embargo, la mano criminal del hombre provoca daños al medio ambiente según autoridades que combaten la problemática todos los años. La unidad especial de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) dedicada exclusivamente a la protección de los recursos naturales denominada Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y ambiente C-9 alertó sobre un incremento en la tala y trasiego de madera de forma ilegal en el 2018. El director del comando C9, José Soto Reyes,

informó sobre el decomiso de 52 mil 942 pies tablares de madera de pino y 58 mil 474 pies tablares de madera de color durante el 2018. Soto, enfatizó que los infractores trabajan en horas de la noche y de madrugada para movilizar la madera sin los permisos legales, pero gracias a los operativos implementados en las zonas de mayor afectación se ha logrado la detención de 96 ciudadanos por diferentes delitos ambientales.

La madera de color es la más cotizados de forma clandestina, entre estas, la caoba, el roble, teca, san juan y hasta el mangle de la zona sur del país.

Entre los lugares con mayor afectación, los estudios del C9 encuentran que tala ilegal se registra en zonas de amortiguamiento de áreas protegidas que poseen una extensa oferta forestal, especialmente en Dulce Nombre de Culmí, Olancho, en la biosfera del Río Plátano, en el centro de Honduras y en La Tigra.

El asistente de operaciones del C9, Raúl Reyes Rodríguez, indicó que en operativos coordinados con las fuerzas de tareas y varias instituciones del Estado han capturado más personas con más madera.

También se han neutralizado acciones comercio de aves silvestres y cambios de uso del suelo, es decir, que se deteriorará el ecosistema original para la siembra de café o para el mantenimiento de ganado.